NEGANDO LO INNEGABLE
Por Carlos Garrido Chalé n
El famoso astrofìsico británico Stephen Hawking, que en 1988 sugería en su libro “Una breve historia del tiempo”, que no hay incompatibilidad entre la existencia de un Creador y la comprensión científica del Universo, y afirmó que "si llegamos a descubrir una teoría completa, sería el triunfo definitivo de la razón humana porque entonces conoceríamos la mente de Dios", se rectificó a si mismo, sosteniendo en su nuevo libro “The Grand Design” (El Gran Diseño), escrito al alimón con el físico norteamericano Leonard Mlodinow, que la física moderna excluye la posibilidad de que Dios haya creado el Universo. Cayendo en el mismo error en el que incurrió Carl Sagan, otro científico de gran prestigio, que al final de su existencia se rectificó, y rechazando la hipótesis de Isaac Newton según la cual el Universo no puede haber surgido del caos gracias sólo a las leyes de la naturaleza sino que tuvo que haber intervenido Dios en su creación, Hawking, (quien afirma que es probable que existan no sólo otros planetas, sino también otros universos, es decir un multiuniverso), asegura que el darwinismo eliminó la necesidad de un creador en el campo de la biología; que las nuevas teorías científicas han hecho redundante el papel de un creador del universo y que elBig Bang, la gran explosión en el origen del mundo, fueconsecuencia inevitable de las leyes de la física. En opinión del científico, si la intención de Dios era crear al hombre, esos otros universos serían perfectamente redundantes. Pero opiniones ateas de ese tipo no nos deben llamar la atención a los creyentes, especialmente a los que han tenido una relación personalísima con el Creador y creen por fe que Èl existe. Nanrei Kobori, Abad del santuario budista “Templo del Dragòn Brillante” (ojo que “dragón” es uno de los nombres como la biblia conoce al enemigo), en Kioto, dijo insolentemente que “Dios es un invento del hombre” y que entonces”la naturaleza de Dios es tan sólo un misterio superficial”, alegando que “el verdadero y profundo misterio está en la naturaleza del hombre” cuando el propio Sagan reconoció que si la vida y los seres humanos hubiesen surgido hace sólo cientos e incluso miles de años, tal vez nos sería posible conocer muchos de los eventos y circunstancias relevantes de nuestro pasado. Muy pocas cosas quedarían ocultas y nuestra mirada podría fácilmente extenderse hasta el principio de todo; pero que sin embargo, nuestra especie apareció en el planeta hace cientos de miles de años; el genus homo hace millones de años; los primates hace decenas de millones de años, los mamíferos hace aproximadamente 200 millones de años y la vida en la tierra hace cuatro billones de años. Nuestra historia escrita, como él lo reconoció, ocupa tan sólo una millonésima parte del tiempo transcurrido desde el origen de la vida. Ni nuestros inicios, ni los eventos clave acaecidos en la primerísima etapa de nuestro desarrollo están a nuestro alcance; tampoco existen narraciones fidedignas de las que podemos echar mano ni las podemos encontrar en la memoria viva o en los anales de nuestra especie. El mismo Carl dijo que el grado en el que podemos adentrarnos en las profundidades del tiempo es patético y preocupante. En qué entonces puede haberse basado Stephen Hawking para negar lo innegable.
Carlos Garrido Chalén
Presidente Ejecutivo Fundador de la UHE
Premio Mundial de Literatura “Andrés Bello” de Venezuela.